martes, 29 de octubre de 2013

Vos



Y soltaste una carcajada y me reí.
Me hiciste mirar esa mirada tuya que no había advertido,
caí.
Tímidamente me acerqué a tus labios y descubrí más que risas,
caí otra vez.
Me envolviste con tu ser, tanto, tanto que no puedo evitar pensarlo aun a lo lejos, aun de cerca.
Caí para siempre en aquellos tiernos brazos tuyos. Rendida quedé,
a tus pies.
Las mariposas del estómago recorrieron el cuerpo haciendo realidad una hermosa fantasía: Vos y yo.
Que deleite el tenerte entre mi cuerpo!
Sentir tu sonrisa, tu mirada, tu palabra, tus ganas, tu deseo; tu todo hacia mí.
Qué deleite!

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