Ella estaba ahí sentada, mirándome, con
sus ojos perdidos en el abismo más profundo. Lejana, me miraba sin entender, y
yo sentía, sentía esa mirada fría en mi ser. Sentía su abismo. Pero no logro -
ni por favor quiero - comprender esa sensación, esa emoción desbordaba pero
sujeta a ella. Quisiera revocarle esos sentimientos porque el solo hecho de
sentirla me da escalofríos.
El sol brilla a pesar de todo. Y nos
indica que hay que seguir, y vamos. Ahí estamos, siguiendo, caminando hacia
adelante. Con todo adentro y lo que sacaste para mí. Con sensaciones, energías
y latidos latentes.
Ella mira sin mirar y sigue...
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