Creo
que a veces la seguridad puede que sea una mentira, una trampa. Es
comodidad, es atenerse al menor riesgo posible, te acostumbra al
molde, a estar equilibrado lo mas posible, dentro del rango posible.
Y la tranquilidad es serenidad, te crea un estado de calma. Es como
si dibujásemos una línea, un renglón de cuaderno. Nada, sin
latidos, vacío. Por eso, a veces, siento que la línea debe
dibujarse con altibajos, con círculos, desordenado, y a veces hasta
con nudos. Como la vida, que tiene ciclos, vaivenes, los cuales
provocan emoción y así uno se da cuenta de que esta vivo.
El
cuerpo tiende a reaccionar ante lo extraño, lo ajeno y aquello que
no es propio nos proporciona miedo, nos da escalofríos, piel de
gallina. ¿Por qué sentimos miedo? Pues porque el cuerpo siente el
desequilibrio y genera estas reacciones, sea o no sea peligroso, es
desconocido al cuerpo. Por ejemplo el amor, te da esa sensación de
inseguridad, de desestabilidad pero nos encanta.
Entonces
entiendo que la seguridad puede volverse incierta, trunca, aburrida,
dejando que el cuerpo no sienta mas allá que lo que conoce para no
desestabilizarse y así vivir en una sola sintonía.
También
es cierto que uno busca aquello que no tiene, que le falta, es decir
que si estoy intranquila busco generar esa seguridad que me apañe y,
al contrario, si estoy en esa seguridad, pues buscaré la
desestabilidad y eh aquí que al fin y al cabo todos estaremos
viviendo estos dos estados, continuamente, buscando algo que no
tenemos para que nos mueva, porque la vida es eso.
Todo
este pensamiento en mí parte de un hecho concreto que me genera
desequilibrio en una seguridad, en un vacio. Y ahí encuentro la
crisis, esa que me mueve. Creo que renunciar a esa seguridad no es
abandonar o desistir, es abrir nuevos caminos y oportunidades, crear
incertidumbre sabiendo que lo que viene revolucionará las ideas,
desestabilizará el cuerpo y el miedo hará lo propio. Es enfrentar
esa crisis en mi, esa de la que habla Einstein, la que es necesaria
para evolucionar, para crecer, para lograr la superacion personal de
lucha contra el miedo, que me haga sacar a relucir la creatividad que
tengo, mi ilusion e imaginación, mis conocimientos y que me haga
aprender uevas cuestiones para así poder disfrutar de otra forma la
vida.
¿Qué
significa en mi la angustia, la ansiedad y el vértigo? ¿Qué es lo
que me hace sentirme viva? Cuestiones que me inculcó Descartes con
su duda métodica, el famoso “je pens, donc je suis”.
Vivir
es eso, sentir. Sentir cada una de las emociones que tiene nuestro
cuerpo, “buenas” y “malas”. Aprender y generar para cambiar.
“Estoy
condenada a ser libre” me dijo Sartre. Y por ello me sumerjo en mis
sueños despiertos, en mis motivaciones y emprendo mi busqueda con
mis miedos, dejando que los miedos ajenos no interrumpan este crecer.
Me
responsabilizo de sentirme viva, de querer desestabilizarme para
poder encontrar otra seguridad y que esta ya me resulte tan inestable
que necesite otra estabilidad. Renuncio a lo seguro, aunque no sea
fácil, aunque me cueste mucho. Y sé que voy a estar bien, porque me
lo propongo, porque lo siento, porque todo vuelve a su estado de
equidad, porque volveré a desestabilizar, por que siento y vivo.-
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