miércoles, 24 de julio de 2013

Segundo inconcluso


              

A veces solo basta una palabra...no, ni siquiera, solo con una mirada, un gesto, un sentimiento. Solo basta un segundo para entender aquello que nos pasa, y transmitirlo a los demás. Un segundo en que entendemos todo, en el que nos hacemos cargo de ese todo y hasta si no nos gusta, lo aceptamos como nuestro. Y no pensamos en nada más que eso, en verlo con claridad. Solo basta un segundo.
                    En aquel sublime instante sentimos la firmeza de lo real, de lo que es, y no oponemos resistencia. Sabemos muy bien qué es eso que está en nosotros, lo que somos, y forzosamente lo queremos, por un segundo…Aprendemos a amar, a aceptar, a sanar, y continuamos…otro segundo que puede ser la antítesis o no, pero se aviene otro segundo en el que nos debatimos la existencia del segundo anterior y ponemos en tela de juicio aquello que está en juego, que queremos. Solemos defenderlo por miedo quizá, a contradecirnos. Y así amamos cada segundo que pasa. Y corren lágrimas de honor por dentro que alborotan las emociones y hacen saltar la térmica de nuestro corazón subiendo, como lava por un volcán, hasta los ojos que demuestran todo. Lo más recóndito y secreto de nuestro segundo pensado.

3 comentarios:

  1. Por Dios! cada día escribís mejor!! Es un encanto leerte! regocija el alma.

    ResponderEliminar
  2. Éste es mi predilecto...Sublime transmutación de sensaciones a la tinta. Abrazo al tiempo por ésta vuelta de la vida. Admiro tu producción, tu arte. Intensa. Como cada segundo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. otra escritora! bellas tus palabras! gracias...

      Eliminar