domingo, 18 de agosto de 2013

Juguemos


          Dulce corazón, estas pacíficamente metido en tus sueños de maravillas donde la imaginación da rienda suelta  a una forma de vida sin limites.

          Dulce corazón es de día, abrí tus ojitos jóvenes y tiernos y veni a jugar. Te acaricio esa cabecita de sueños y te susurro canciones de alegría. Deja esas maravillas por un rato y vamos a jugar. Afuera nos espera el sol.

          Dulce corazón, sonríe. Toma mi mano y vamos a jugar. Corramos, saltemos bailemos cantemos y no paremos de reír.

          Dulce corazón. Construyamos montañas de caramelos, volcanes de chocolate y nademos en vainillas por los mares de jugos de  colores para llegar al castillo de galletitas y sentarnos en las escaleras de alfajores para tomar un helado.

          Bajemos rápido por el tobogán para llegar, de una carrera, a las hamacas que nos esperan para volar. Vayamos por los pasamanos hacia la calesita y giremos y giremos junto a los caballitos, autos y sortijas hasta que nos mareemos de reír.

          Dulce corazón, subite a mi espalda que te llevo, de una corrida, a la tienda de disfraces y elijamos ser lo que queramos, como queramos.

          Dulce corazón, si, reí, reí con esa dulce vocecita que me llena de ternura y me colma el corazón. Reí que me haces reír. Me rio a carcajadas de tus risas y vos te reis con las mías.

Explotamos de alegría.

          Dulce corazón, que gran día de juegos. Cuantos abrazos, cuantas risas, cuantos momentos para recordar que alimentan y fortalecen nuestro corazón.

          Dulce corazón, leamos un cuento. Un cuento tan perfecto como nuestro día. Y despacito, con una sonrisa, conectate nuevamente a ese mundo interior y vuelve a soñar con la misma magia de siempre, que mañana volveremos a vernos y jugar otra vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario